1. Conexión de internet confiable: Utilizar redes conocidas y que tengan contraseñas seguras. Si las conexiones parecen inseguras y tampoco cuentan con contraseña, es mejor no utilizarlas. También hay que evitar ingresar datos sensibles en redes de uso masivo, como las que encontramos en restaurantes, parques y centros comerciales, entre otros.
2. Estar atentos al phishing: Esta amenaza puede darse en todas las plataformas, no sólo el correo electrónico. Desconfiar de mensajes con ofertas extraordinarias, precios insólitamente bajos y promociones increíbles, especialmente en las fechas en que las compras en línea son más populares. Revisar los enlaces antes de hacer click, y no abrir archivos adjuntos si se duda de la entidad que lo envía.
3. Usar una tarjeta de crédito o servicios de pago seguros como GreenPay.me: Es más seguro efectuar una compra en línea con tarjeta de crédito o mediante un servicio de pago online, ya que no implica el uso de dinero de su cuenta corriente o de ahorro.
4. Proteger los dispositivos: Usa un dispositivo confiable, como su computadora o smartphone, ya que podrá detectar con mayor facilidad irregularidades en su funcionamiento. Además, mantenga actualizado su sistema operativo y software, a fin de evitar vulnerabilidades que podrían potencialmente utilizarse de manera abusiva. Por último, pero no por eso menos importante, instale una solución de seguridad confiable con múltiples filtros de protección y que, idealmente, también pueda ofrecer protección para operaciones de banca y pagos en línea.
5. Revisar el estado de su cuenta al finalizar la operación: Una vez realizada la compra, controlar el estado de la cuenta bancaria para comprobar que los cargos registrados sean correctos. Siempre se puede reclamar al banco o sitio de compras en caso de observar algo irregular.